En una oficina de la city porteña estaba la plana mayor del massismo de La Matanza cerrando la lista de candidatos a concejales. Cuando se habían iniciado las primeras charlas, nada hacía parecer que se pudiese presentar un conflicto. Julio Ledesma aspiraba a una diputación y no le interesaba una concejalía, pero Fernando Asencio pretendía el mismo menú. Entonces, Felipe “Paraguas” Solá puso su teléfono celular en marcha y logró que Asencio sea el primer candidato a edil. Claro que nadie imaginaba el segundo gran conflicto llamado Abrahan “Toto” Delgado. El hombre del barrio San Carlos no figuraba en los planes de nadie hasta que Beto se puso en contacto y pidió que fuera incluido. Le dieron el cuarto lugar, muy a su pesar, y tuvo que aceptarlo. Ariel Martínez zafó porque Galmarini padre llamó y le dio mejor lugar. Miguel Saredi, en tanto, había cedido en la pelea porque sus aspiraciones estaban puestas en 2015, aunque ganó igual con la quinta concejal (María Barreto), que nadie imaginó que entrase y, finalmente, está en una banca. Al final de cuentas, todos y cada uno de los hoy concejales del Frente Renovador de La Matanza entraron porque algún teléfono dijo que así debía ser.