La mayoría parece no querer jugar en serio en La Matanza. Sólo Miguel Saredi insiste en que va a pelear por la intendencia, pero sin el apoyo del resto. Julio Ledesma, el otro con ganas, quiere y no lo dice.
Por Claudio Kappeler
ckappeler@periodicosic.com.ar
Mucho se escuchó decir que el Frente Renovador perdió una chance única en octubre de 2013 cuando jugó la elección legislativa a media máquina, creyendo que era imposible ganarle al oficialismo, y terminó acercando resultados, pero perdiendo al fin. Decir qué hubiese pasado es casi un sinsentido que no resiste análisis, empero mirarlo desde el hoy permite entender que el FR de La Matanza sigue por el mismo camino, dando pasos pequeños, rengueando, como queriendo no llegar.
En la previa de las últimas elecciones legislativas, en el Distrito se daba por hecho un seguro triunfo del oficialismo liderado por Fernando Espinoza. Sin embargo, mientras se acercaba aquel domingo 27 de octubre, la brecha con el Frente Renovador parecía acortarse. Los números finales marcaron eso: 301.460 votos para el Frente para la Victoria y 276.891 para el Frente Renovador, mucho más ajustado de lo esperado.
En los días posteriores se escuchó de todo; desde el diputado Julio Ledesma acusando al resto de no haber trabajado en la fiscalización de los comicios, hasta el rumor de una supuesta reunión entre dos referentes del FR y autoridades locales para sellar un acuerdo que calmara las aguas y contabilizara sin mucha discusión. Lo cierto fue y es que la gente de Sergio Massa en La Matanza perdió la oportunidad de disputarle poder real a Fernando Espinoza, quien volvió a renovar su conducción frente al peronismo.
Casi nada cambió
¿Cómo siguió la cosa?: El Frente Renovador de La Matanza sigue tan desunido como aquella vez y se arriesga a colgarse de la suerte que pueda correr Sergio Massa, dependiendo sólo de él y sus decisiones.
Son varias las puntas que tiene el FR en el Distrito: Miguel Saredi, Julio Ledesma, Fernando Asencio y Ariel Martínez aparecen como los aspirantes a algo, mientras que el resto es elenco de reparto, y en algunos casos impresentables.
Saredi, que pasó por varias funciones legislativas y fue director del Mercado Central en el cargo que más lo acercó al Distrito, es quien más creció desde 2013 a esta parte. Hay dos aspectos que juegan a favor de quien ya se dice candidato a intendente, uno es la insistencia que tuvo en no descolgar nunca su publicidad en el Distrito y de esa manera instalar su nombre e imagen, el otro fue un trabajo fino que realizó por las estructuras de abajo, llevando más militancias para sus huestes.
El lado B de este candidato que emerge casi como el único posible por el lado de Massa, es que no cuenta con el apoyo del resto de los referentes regionales. Julio Ledesma lo dejó de lado porque quiere ser él, Fernando Asencio hace su propio juego, y Ariel Martínez está siendo convencido por su tropa para salir al ruedo.
En el uno por uno, el único que podría disputarle candidatura a Saredi sería Julio Ledesma y no por contar con mayor estructura partidaria o mejor imagen, sino por tener algo que a la hora de las definiciones pesa mucho en ciertos espacios partidarios: capital económico.
Sin embargo, el hoy diputado provincial también tiene un costado negativo que le viene siendo difícil remontar porque una agrupación opositora del Sindicato de empleados de Comercio (SEOCA) lo viene denunciando desde hace ya varios meses por supuesta mala administración en el gremio. Las acusaciones contra Ledesma se multiplican por ahora en la web, sobre todo en las redes sociales.
Por el lado del concejal Fernando Asencio, el clima parece tranquilo. No alimentó hacia afuera sus supuestas intenciones de querer ser intendente y, por el contrario y hacia adentro, dejó trascender que pretende ir por un cargo legislativo a nivel provincial.
El que dio la sorpresa en las últimas horas fue el edil Ariel Martínez. Se pensaba que ya había renunciado a su idea de ir por la intendencia y se lo ponía muy cerca de Miguel Saredi. Sin embargo, la última reunión de agrupación sirvió para que la tropa le pidiera volver a salir, y el concejal analizaba la posibilidad de candidatearse, casi un hecho que sólo faltaba hacer público.
En medio de esa ensalada de intereses todos los representantes del Frente Renovador saben que es muy probable que Sergio Massa no se decida por ninguno a la hora de elegir a su intendente y los deje ir a una interna en las Primarias. Y tienen otro temor que tampoco pueden ni podrán solucionar: si el PJ llegase a una unidad entre Scioli y Massa, todo lo especulado en La Matanza se derrumbaría, habría que barajar y dar de nuevo, en caso de que los tiempos lo permitan.