Gabriela Mansilla, madre de la niña trans más joven en obtener el cambio de su DNI, fue recibida por la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) para participar de una jornada en la que se puso en valor el derecho a la identidad de género.
Durante el evento, se proyectó la película documental Yo nena, yo princesa, en la que Mansilla relata la experiencia con su hija Luana. “Desde que su identidad fue reconocida por el Estado, la gente empezó a tomar este tema de otra manera”, confesó la mamá, quien apoyó a la niña durante todo au proceso de cambio.
Asimismo, explicó cómo, con el paso del tiempo, sus allegados dejaron los prejuicios de lado: “Al principio, nos castigaban por la edad, pero ahora lo aceptan porque ven que es una niña tan chiquita e inocente que nadie puede inculcarle una opinión ya que ella lo manifiesta de manera muy natural”.
También, encabezaron la jornada la psicóloga que acompañó a los padres durante la transición, Valeria Paván, la abogada y docente de la UNLaM, Laura Saldivia, y el activista de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), Marcelo Suntheim.
“Con su propia experiencia, Lulú le abre las puertas a otros niños que pueden estar viviendo algo similar”, argumentó Paván. Además, aseguró que luego de que se hiciera público el caso de Luana, incrementaron las consultas de padres con hijos que atraviesan cuestiones de identidad de género.
Por último, la psicóloga explicó por qué es necesario discutir el tema en diferentes foros: “Las leyes, además de ampliar derechos, crean responsabilidades ciudadanas y, en este caso, es la de poder reflexionar un poco sobre qué representaciones manejamos sobre el sexo y el género”.