Espinoza armó una lista de “contención” y apuesta a su gran salto desde La Matanza

listasEn el oficialismo no hay heridos incurables. Fernando Espinoza se encargó primero de revisar algunos daños provocados a fines de 2014 y a principios de este año. Una vez reparadas las roturas internas se encaminó a defender su postulación provincial y revalidar a Verónica Magario como su sucesora.

Por Claudio Kappeler
ckappeler@periodicosic.com.ar

Se dijo mucho en las últimas semanas y más se especuló. La realidad en este caso se puede dividir en varias aristas: Por un lado el Gobierno reconoció a La Matanza, por peso territorial, por suma de votos, por lineamiento; mientras que Espinoza volvió a mostrar lealtad y no se corrió de lo dicho.
El intendente no quería ser vicegobernador, su idea de ir por la gobernación era real, pero en caso de tener que dejar ese lugar prefería pelear como primer candidato a diputado siguiendo los pasos de Alberto Balestrini para convertirse en presidente de la Cámara. Haber aceptado esa postulación habla de un nuevo acto de fidelidad por parte de Espinoza para con el kirchnerismo. En lo estrictamente político, de convertirse en vicegobernador, será un salto mayor al dado por Balestrini.
Por estos tiempos Fernando Espinoza no podrá ocuparse de manera exclusiva del armado político local. Como presidente del PJ bonaerense y siendo compañero de fórmula de Julián Domínguez tiene la titánica tarde de recorrer la Provincia, primero para intentar ganarle la pulseada al dueto Aníbal Fernández – Martín Sabbatella, y una vez concluido ese objetivo ir por su aterrizaje en la ciudad de La Plata.
Serán estos los tiempos en los que se verá la grandeza o el chiquitaje del denominado grupo chico, integrado por los dirigentes en los que el actual intendente deposita toda su confianza, esos mismos a los que el año último les pidió que dejen de “jugar a la internita”.

El Distrito, el lugar

Se dice que si se gana La Matanza es probable que se gane la Provincia, y si se gana la Provincia es probable que se gane el País. Por lo pronto, en el Distrito nadie apareció que pueda pulsearle con verdadera fuerza al oficialismo. Hasta hace algunos meses atrás, el que mayores posibilidades tenía de hacer daño era Julio Rubén Ledesma, pero se cayó Sergio Massa, se desarmaron las expectativas y este territorio volvió a ser de uso exclusivo del oficialismo.
Oficializada como candidata a intendenta, la diputada nacional Verónica Magario viene a llenar un espacio que, guste o no, era reclamado: se trata de una cara nueva para la intendencia, una renovación al menos en las más altas esferas. Los apellidos de clásicos dirigentes del peronismo matancero siguen estando, pero en otras posiciones.
Lo que hizo Espinoza con la lista local fue una suerte de nido de contención. El ya clásico Ricardo Rolleri es candidato a diputado nacional, un lugar que el hombre venía reclamando a los gritos desde hace ya varios años. La JP está representada en María Laura Ramírez que irá por la renovación como edil. La agrupación Ramón Carrillo tiene un referente como primer candidato a concejal (Ángel Aisa). El peronismo tradicional se ve en Marisa Guerín como candidata a diputada nacional. Daniel Barrera irá por la renovación como senador provincial. Y el resto de la lista de candidatos a concejales también cubre expectativas varias.
Los aliados que se fueron en la última recta de las decisiones ya se arrepintieron y piden pista. Los que están en frente saben que al oficialismo será difícil ganarle, tal vez pelearle lugares en el Concejo Deliberante, pero no mucho más.
La mesa está lista y ya se escuchó el “hagan sus apuestas”. Fernando Espinoza va por todo, con todo y con chances ciertas de llegar. La oposición dividió apuestas, acepta dádivas del ganador y espera el milagro para seguir.

Desmembrados van por el milagro

La oposición llegó al cierre de listas como se preveía: dividida, peleada, individualista y primando intereses personales que, en muchos casos, parecen especulaciones económicas.
La campaña del Frente Renovador venía con doble candidatura. Por un lado Julio Rubén Ledesma como el precandidato más fuerte de Sergio Massa, y desde atrás Raúl Leguiza como un intento que nunca pudo despegar, pero al cierre de listas sólo llegó Ledesma y las PASO encontrarán a un único candidato del Frente Renovador. Al parecer desde Tigre le bajaron el pulgar a Leguiza.
En este sector, el gran triunfador fue Abraham “Toto” Delgado que se quedó con el cuarto puesto de precandidatos a senadores provinciales y en ese lugar colocó a su asesor Alejandro Salcedo.
Además también ganó un escaño para el Concejo Deliberante local y otro para el Consejo Escolar.
El concejal Fernando Asencio, en tanto, consiguió el décimo puesto como candidato a diputado nacional.
En el PRO (que integra Cambiemos) se decidió que sólo Miguel Saredi vaya como precandidato a intendente dejando afuera al empresario matarife Alfredo Gonzalez. Apoyado por la UCR y otros sectores de La Matanza, a Gonzalez le habían prometido encabezar una lista, empero a último momento le dieron la espalda y el dirigente de Villa Madero volvió al Frente Renovador y debió conformarse con el lugar número 14 en la nómina de precandidatos a diputados nacionales.
En el otro ala de Cambiemos (UCR) hay dos listas: una la encabeza Enzo Gioia que hasta último momento apoyaba la precandidatura de Alfredo Gonzalez, mientras que en la otra está el exconcejal Manuel Atencio, el hombre que recorrió tantos escritorios como la cantidad de candidatos que hay.
Dentro del Frente Progresista también habrá internas. Las PASO encontrarán enfrentados al empresario inmobiliario Arturo Ter Akopian y al exconcejal Gustavo Ferragut (GEN).

Foto: La Octava Matanza

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