Los dos imputados por el asesinado del joven de 28 años durante un intento de robo, fueron condenados a 35 años de prisión. La familia se mostró conforme con el fallo y espera poder cerrar el duelo por la muerte del joven profesor de historia e inglés ocurrida el 2 de mayo de 2017 en Gregorio de Laferrere.
El 2 de mayo de 2017, Maximiliano Taranto llegaba a su casa ubicada en Encina al 2400 en Gregorio de Laferrere, cuando dos delincuentes lo abordaron para robarle la moto y le dispararon a sangre fría. El joven tenía 28 años y falleció en el acto. Un año y siete meses después del hecho, los dos imputados por el crimen fueron hallados culpables en un Juicio por Jurados que se llevó a cabo en la Universidad Nacional de La Matanza. Al finalizar el proceso, los doce jurados coincidieron en la culpabilidad de los jóvenes que habían sido marcados por los testigos como los autores materiales del asesinato de Maximiliano Taranto, identificados como Franco Nicolás Estrella y Lucas Joaquín Jiménez, quienes al momento tenían 23 y 25 años.
“Estamos muy conformes por la manera ejemplar en que se llevó a cabo el juicio. Nos tranquiliza saber que los culpables de la muerte de mi hijo, no estarán libres y no van a cometer más crímenes”, manifestó Marcelo Taranto, padre de la víctima.Maximiliano Taranto era profesor de inglés y cursaba la Licenciatura en Historia en la Universidad Nacional de La Matanza. Su asesinato conmovió a la comunidad y dejó a su familia destruida. “Vivimos día a día. Por un lado estamos tranquilos por haberle cumplido la promesa a mi hijo de hacer justicia por lo que le hicieron, pero por supuesto que a él no lo tenemos y eso es algo que nos invade”, expresó el padre del joven.
El padre de la víctima lamentó que “le sacaron la vida, cuando luego de tantos años de privaciones y sacrificios empezaba a disfrutar, empezaba a tener otros proyectos y todo eso quedó trunco de un segundo a otro”. Taranto (padre) reconoció que cuando supo que la muerte de su hijo se juzgaría en un Juicio por Jurados, se preocupó. “Teníamos un poco de miedo, pero comprendieron (los miembros del jurado) lo que había sucedido”, destacó el hombre, al tiempo que señaló: “contamos con muchos testigos que ubicaron a los imputados en el lugar del hecho”.Ambos imputados fueron condenados a 35 años de prisión efectiva, durante los cuales no podrán acceder a ningún tipo de beneficio. La sentencia quedó firme. En tanto, “Puede haber otra resolución de la Suprema Corte de Justicia, que debe revisar el proceso y podría sumar años a la condena”, explicó Marcelo Taranto.
Si bien, la familia destaca la rapidez con la que se concretó el proceso judicial por el crimen de Maxi y que la sentencia los alivió, el dolor no cesa. “En el medio de todo esto nosotros caímos en un estado depresivo muy grande, estamos en un duelo que va a llevar tiempo”, manifestó Marcelo Taranto.Pero también, en el mismo camino, se encontraron con muchas personas que acompañaron el proceso. “Nos dieron mucha fuerza”, dijo el hombre, que demás destacó: “él era un chico muy querido, desde sus amigos del barrio que tenia de chico, hasta sus alumnos y compañeros de trabajo lo querían mucho”. Con el caso de su hijo resuelto, tanto Marcelo como su esposa, se muestran dispuesto a ofrecer su ayuda a otras familias que han padecido la pérdida de un ser querido en un hecho de violencia.“Nos encontramos con un montón de gente a la que le paso lo mismo, y toda esa gente está conectada con nosotros. Gracias a Dios y a la Justicia el juicio por el crimen de nuestro hijo salió bastante rápido, y eso es lo que esperan todas esas familias”.