Mientras todos los análisis apuntan a un intendente aterrizando en la provincia de Buenos Aires tras las elecciones del año próximo, el senador por La Matanza Daniel Barrera prefiere no hacer especulaciones: “No estamos elaborando, ni pergeñando ningún proyecto para que Fernando vaya a ningún lado”, avisó.
Por Claudio Kappeler
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Tras pasar por esferas menores, Daniel Barrera se convirtió en concejal de La Matanza, en 2003, para ser derivado más tarde a la Subsecretaría de Gobierno comunal, lugar en el que se desempeñó hasta 2011, cuando saltó hacia el senado bonaerense de la mano del kirchnerismo. Su palabra hoy tiene peso dentro del proyecto regional, es considerado parte de la mesa chica. El senador es uno de los pocos que saben cuál es el plan.
Por estos tiempos en los que la presidenta del Concejo Deliberante Verónica Magario toma cada vez mayor relevancia, Fernando Espinoza pisa otros edificios y el diputado Julián Domínguez visita La Matanza como un viejo amigo de la casa, las ecuaciones se hacen bajo una única cifra común: El 2013.
Sin embargo, el senador provincial Daniel Barrera dice no estar “acostumbrado” a esas “miradas políticas” que pueden realizarse a través de “suposiciones”.
“No estamos elaborando, ni per-geñando ningún proyecto para que Fernando vaya a ningún lado, en realidad lo que nosotros estamos tratando de formar son vínculos políticos e institucionales con todos para poder seguir mejorando las cosas del Distrito”, intenta disimular el legislador.
En diálogo con el programa Así de Claro (jueves de 17 a 19 AM 1250), Barrera tuvo un discurso medido y no quiso jugarse a reconocer la estrategia del Gobierno Municipal que trabaja en la idea de posicionar al intendente Fernando Espinoza en la esfera provincial para recuperar el terreno perdido tras el problema de salud que sufrió Alberto Balestrini en 2009.
“Nosotros en La Matanza siempre va-mos a estar reclamando y pidiendo los lugares que, consideramos, tenemos merecidos al igual que otros distritos, eso es una constante”, dijo de todos modos el senador, y abundó: “Estamos siempre en ese reclamo pero no por una cuestión caprichosa, sino por-que creemos que cumplimos con todas nuestras obligaciones”.
¿Pero usted lo ve a Fernando Espinoza como intendente después de 2013?, se le consultó a Daniel Barrera. “Yo lo veo a Fernando como intendente hasta el 2015”, afirmó sin titubeos.
La postura del legislador sorprende en su hermetismo. Aunque ningún funcionario local hace un grito de la idea oficialista, tampoco nunca se buscó ocultar el proyecto de traspasar las fronteras distritales.
En ese camino, el senador provincial fue más allá: “La verdad no lo veo, no se me ocurre pensar así tan liviana-mente que Fernando (Espinoza) podría escalar en otro ámbito”.
“Por supuesto si la propuesta llega, como la tuvimos en su momento con (Alberto) Balestrini, por supuesto será evaluada”, dejó abierta la puerta Da-niel Barrera.
“Es como si me lo hubiesen preguntado antes del 2005 por Alberto (Balestrini). No estaba en los planes de nadie, apareció una propuesta, y la consideramos válida por los beneficios para el Distrito que traería aparejada; en la medida de que estas cosas aparezcan para beneficio del conjunto, por supuesto que siempre estamos en posibilidad de evaluarlo”, anticipó.
“Proyectar La Matanza”
Desde su cargo como subsecretario de Gobierno Municipal (2005-2011), Daniel Barrera sirvió de elemento de contención en la Comuna. Era el funcionario que se encargaba de in-tentar detener los conflictos antes de que llegaran hasta la oficina de Fer-nando Espinoza. Tan así que en su última etapa desde esa función, se hablaba de un funcionario desgastado, agotado, con necesidad de ser reubicado.
Hoy, sentado en el senado bonae-rense, sigue defendiendo la figura de Fernando Espinoza y -pese a no blanquear la situación- reconoce que el intendente de La Matanza “amerita ser beneficiado con una propuesta” porque, dice, “ha demostrado un alto grado de responsabilidad ha demostrado vocación de servicio”.
“Se trata de proyectar a La Matanza lo más allá que podamos; Alberto (Balestrini) siempre nos explicó, y yo lo entendí muy claro, que La Matan-za estaba donde estaba él”, afirmó.
Su propio futuro
De Daniel Barrera se habla como un hombre que renovó en los últimos tiempos sus aspiraciones y que esos deseos de llegar al cargo más alto en La Matanza, que se convierten en lu-gar común para cualquier político de vocación, también lo incluyen.
Empero el senador se encarga de aclarar que no prioriza sus intenciones personales: “Los que me conocen saben que no hablo de mentiritas, yo pienso y obro de esta manera, llegué al Senado porque así lo dispusieron los compañeros que conducen el Distrito y los compañeros peronistas de La Matanza en particular, con un mandato hasta 2015. Si a mí, el Distrito me dice que mañana tengo que presentar la renuncia denla por presentada y si, cuando vuelvo, este proyecto indica que me tengo que quedar a cargo del vivero me quedaré a cargo del vivero y si no tienen ninguna función para darme, no me la darán”.
“No soy de pensar en cuestiones que tengan que ver con algo personal por encima de lo que el equipo de trabajo determine”, aclaró otra vez el se-nador.
Cv
Nació el 27 de agosto de 1955 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A los 17 años se radicó en la ciudad de Gregorio de Laferrere, partido de La Matanza, y ejerció su militancia política siempre dentro del peronismo.
Entre 1984 y 1986 fue delegado de la UTA (Comisión de reclamo y gremio), desde 1993 hasta 1997 ocupó el cargo de consejero Escolar de La Matanza, y entre 1999 y 2000 ejerció el cargo de director de Asuntos Comunitarios del Municipio.
En el año 2000 asumió como director de Empleo de la Municipalidad de La Matanza, lugar que ocupó hasta 2003, cuando asumió como concejal accediendo a la vicepresidencia del Concejo Deliberante.
Dos años después se convirtió en subsecretario de Gobierno de la Comuna, hasta que en 2011 llegó a ser senador de la provincia de Buenos Aires.