La Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) recibió al doctor Francisco Maglio, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Antropológica, para ofrecer una conferencia para estudiantes de Ciencias de la Salud.
El médico, especialista en enfermedades infecciosas, es reconocido por su vocación por humanizar la atención de las personas enfermas, característica que lo llevó, el año pasado, a ser consagrado como Personalidad Destacada de la Ciencia por la Legislatura porteña
“Desde la antigüedad, los médicos hemos estado al lado del enfermo, pero llegó el momento de estar del lado del enfermo”, convocó el especialista, con 40 años de ejercicio en la Terapia Intensiva del Hospital Muñiz.
Con respecto a su experiencia profesional, el médico contó que siempre se había limitado a ver a la Medicina a través de la Biología, desatento de las emociones del paciente. “Después de mucho tiempo, entendí que se necesita tener otra mirada, con los ojos puestos en las personas”, confesó.
“La gente convive con el efecto sanador y, a pesar de que la Medicina está para curar, para sanar está el amor”, expresó Maglio, convencido de que los profesionales de la salud tienen muchísimo que aprender de los pacientes.
En cuanto al trato con las personas con enfermedades terminales, el epsecialista expuso tres efectos sanadores: las palabras de esperanza y trascendencia frente a la muerte, la presencia de un ser querido cerca y la acción de tocarlo más allá de palparlo.
“Es muy distinto lo que siente una mano cuando es acariciada por la tibieza de otra mano humana que cuando, solamente, es palpada. En los hospitales, hay gente que se muere con hambre de piel y está en nosotros saciar ese hambre”, aseveró a la hora de reflexionar sobre los desafíos que debe afrontar la profesión.