Ciudad Evita, radiografía de La Matanza violenta

 

El temor y el desamparo son sensaciones constantes en los habitantes del barrio José Ingenieros de la localidad de Ciudad Evita. La lucha cada vez más violenta entre bandas pone en peligro la vida de muchas personas. Desde el Foro de Seguridad admiten que “algo raro” está pasando y que cada día “aumentan” más los hechos de violencia.

Por Ángela Tobar

atobar@periodicosic.com.ar

Los vecinos del barrio José Ingenieros, ubicado entre avenida Crovara, Ruta provincial 21, Camino de Cintura y la calle La Quilla, localidad de Ciudad Evita, se encuentran en estado de alerta, desde hace años denuncian que conviven con una violencia extrema, debido a la rivalidad entre dos bandas que luchan por el territorio, y a esto se le suma la venta de drogas a la vista de todos, y un estado ausente por dónde se lo busque.

La Comisaría 9º, situada sobre General Güemes, el Destacamento de José Ingenieros, ubicado sobre La Acacia y el Payador, los foros de seguridad y la Patrulla Municipal funcionan dentro de los barrios, pero sin lograr encontrar una articulación que sea efectiva para disminuir el delito.

El barrio está constituido por monoblocks con los complejos habitacionales número 17, 18, 19, y el 4, 5 y 6, ambos enfrentados de la manera más violenta, la lucha es por el territorio: “Basta con que un miembro de la banda se acerque al edificio del otro para que se arme una peligrosa balacera, sin importar el momento y si hay gente en la calle”, expresó una vecina que se negó a dar su nombre por temor a represalias.

Ramón Godoy, presidente de la Unión Vecinal Querandí de Ciudad Evita y Secretario del Foro de Seguridad de esa localidad opinó consultado por S!C que “algo raro está pasando, porque desde hace un tiempo la violencia en vez de disminuir aumenta, y es lo extraño. Tendrían que investigar qué es lo que hace que se produzca tanta violencia y tan extrema”.

Los mismos lugareños califican al Barrio José Ingenieros y sus alrededores como “altamente peligroso y conflictivo”, y es el lugar en el que los vecinos sienten el “desamparo por parte del Estado y las Fuerzas de Seguridad”.

“Escuchar tiros acá es normal, y el quedar en medio de ellos es una posibilidad diaria, no hay horarios puede pasar a las doce del mediodía como a la hora de la siesta o la cena, no hay miedo por parte de las bandas, no le temen a nada”, resumió Nelly Rivero, abuela de un adolescente que fue asesinado dentro del barrio en el 2007 (ver Casos).

“Todos tienen miedo, esto es cada vez peor y te encontrás con la Policía que no da a basto con la situación, con un Municipio que brilla por su ausencia en la contención de nuestros jóvenes. Acá en los monoblocks está La Matanza violenta, es de no creer lo que pasa y esos factores provocan que cada vez sean menos los vecinos que se atrevan a dar la cara para exigir que nuestros derechos y el de nuestros hijos sean respetados”, relató.

El pedido de los vecinos es claro y básico, exigen seguridad y presencia del Estado en todas sus formas, “es necesario que se construyan clubes, sociedades de fomento, lugares de deporte y recreación para que los jóvenes entiendan y absorban la idea de que puede existir otra realidad y de esta manera lograr disminuir la violencia”, coinciden los vecinos.

Karen es una joven madre que aseguró, en diálogo con S!C, que vive “atemorizada” y lo graficó al manifestar que “el llevar a los chicos al jardín es un tormento, no sabés si te va a tocar estar en el medio de los disparos y desespera el entender que la policía no puede hacer nada”.

“Hay dos bandas en los complejos y cuando ven a uno en el edificio del otro, explota todo y tenemos que encerrarnos, o correr a buscar a nuestros hijos”, lamentó.

Consultados acerca de cómo es vivir en esta situación, los vecinos coincidieron en que optan prácticamente “por no salir a la calle” y si lo hacen están “alerta de todo movimiento y en cada paso buscando un posible refugio por si se desata la violencia”.

“La Policía no puede hacer nada. Queremos que Gendarmería entre a este barrio, no puede ser que uno salga de su casa para hacer alguna actividad y nunca tenga la seguridad de que va a volver con vida”, insistió una vecina.

Nelly Rivero, se quejó de las condiciones en las que tienen que vivir, “es terrible, a cualquier hora están a los tiros, los chicos van al colegio o están en la plaza y a estas bandas no les importa nada. Los vecinos estamos en manos de la buena de Dios”.

“Acá se agarran a los tiros y le apuntan hasta a la policía, en el último tiroteo que ocurrió a mediados de marzo, llamamos a la policía, se acercó al lugar y los pibes los empezaron a cascotear, a tirar cosas y ante tanta violencia, el patrullero optó por irse, mandaron un solo coche y bueno no dan a basto, los pibes de los complejos  4, 5 y el 17 se tiran en cualquier lado, están drogados y empiezan a tirar tiros. Está mal el barrio”, sintetizó.

“Mi nieta y mi nieto trabajan y cuando salen yo estoy con el corazón en la boca, nos llamamos por teléfono para informarnos de la situación y si hay lío los alerto para que se queden un rato por ahí y cuando se calma todo les aviso que vuelvan rápido”, describió.

La tarea Municipal

“Desde el Municipio lo único que podemos decir es que tuvimos un montón de reuniones, y presentamos un montón de pedidos pero lamentablemente  nunca fuimos escuchados, no se demuestra siquiera un intento por mejorar nuestra calidad de vida. Lo único que hicieron en algún momento fue arreglar la iluminación de las calles, pero no nos sirve eso, es lo mismo para nosotros, porque estas bandas se agarran a plena luz del día, no respetan nada, una lamparita no cambia nada, necesitamos otra cosa, recreación, cultura, y reformar la mirada de los chicos con educación”, consideraron los vecinos.

“Necesitamos control, acá la droga es como un caramelo, está en todos lados y a la vista de todos, cualquiera puede conseguirla. Los vecinos, no tenemos acompañamiento”, lamentó Rivero.

Cóctel de ilegalidades

Mientras que el titular de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, y vecino de Ciudad Evita, Pablo Pimentel expresó en diálogo con este medio que “es preocupante esta situación”, y agregó que “hay fronteras invisibles dentro de la localidad en la que existen zonas liberadas por la mala Policía, la corrupta que les da armas a los jóvenes y los utiliza para que cometan hechos delictivos. En Ciudad Evita hay un cóctel terrible entre el narcotráfico, la falta de seguridad y la ausencia de políticas de contención hacia los jóvenes”.

“La solución a largo plazo sería  dar el lugar que la familia no tendría que haber perdido, crear lugares de participación, clubs para que los jóvenes reciban asistencia. Tratar de apoyarlos y ayudarlos para que puedan dejar el uso de drogas”, consideró Pimentel.

En este contexto remarcó que “el Estado no está presente en el barrio, podría ayudar a bajar la violencia. Con la infraestructura que tiene podría amenguar bastante esta situación y es muy importante también que la Policía juegue un papel honesto que se base en la prevención del delito y no se asocie con los que trafican la vida y la muerte. Hay mucha hipocresía debe haber una policía preparada y controlada por un Estado político que esté a la altura de las circunstancias”.

La violencia  más extrema

Ramón Godoy, representante del Foro de Seguridad se mostró preocupado por la situación que aqueja a los habitantes y según describió en los últimos años la violencia no había bajado pero tampoco aumentado, “estaba en un nivel estable”, pero abruptamente “en los últimos meses creció y se intensificó de una manera alarmante”.

“No podemos entender qué paso, hoy vemos hechos delictivos de mucha violencia todos los días, es una cadena de hechos cotidianos”, más adelante instó a que las áreas correspondientes del Gobierno Municipal realicen “un análisis general acerca  de la situación social”.

Con qué cuentan los vecinos

La localidad de Ciudad Evita, cuenta con cuatro móviles de la Patrulla Municipal, cuatro patrulleros a cargo de la Comisaría 9º, un patrullero a cargo de la Departamental el Barrio José Ingenieros y dos motos policiales. Además de casi 200 cámaras de seguridad. Los vecinos no desisten en su pedido de que Gendarmería entre a los barrios, en los que la Policía no puede ingresar.

Ciudad Evita “una de las localidades más violentas”

Por su parte, el abogado penalista de La Matanza Hugo López Carribero, consultado por S!C, opinó que Ciudad Evita está entre las localidades más violentas del Distrito.

“Evidentemente Ciudad Evita es desde hace muchísimo tiempo un lugar extremadamente conflictivo, con muchos problemas sociales y esto genera acciones delictivas”, explicó.

“Dentro de las localidades de La Matanza es evidente que Crovara y Cristianía son las zonas extremadamente peligrosas, donde se conjugan armas, drogas y algunos abusos. Esa zona por sus características e idiosincrasia se presta a ser una de las localidades de La Matanza más violenta”, analizó.

Luego lo ejemplificó al detallar que en el Distrito se registran al menos dos crímenes por día y “al terminar el mes un porcentaje importante de esos crímenes ocurren en Ciudad Evita”.

En esta línea manifestó que para revertir esas cifras sería necesario reforzar “las políticas de prevención e investigación”.

Con respecto a las afirmaciones de algunos vecinos que aseguran que no hay solución en este tema porque “son todos menores y así como los agarran los sueltan”, Carribero aclaró que a su parecer “no son todos menores, hay adultos involucrados en esto” y deslizó que puede ser que “los fiscales o jueces sean blandos a la hora de mantener una detención o que los detenidos llegan a las comisarías y desde allí nunca llegan a ver a los fiscales”.

Rotilio Chamorro: “La ciudadanía tiene razón en el temor”

El concejal (PJ), vecino de Ciudad Evita y exsubsecretario de Seguridad local, Rotilio Chamorro consultado por S!C, consideró que “nadie es ajeno ni está librado de esa situación (de inseguridad). Lamentablemente, el tema de la falta de seguridad es un tema tan complejo que abarca un montón de cosas y la ciudadanía tiene razón en el temor”.

El edil se mostró dispuesto a reunirse con los vecinos y mostró su compromiso para intentar ayudar a mejorar la situación que preocupa a la comunidad.

Mientras que indicó como una solución a corto plazo que “el Estado haga dentro de sus posibilidades económicas lo necesario para disminuir la violencia” y precisó que “por ahí hay que articular más las relaciones con la ciudadanía junto con el accionar del Estado, por ahí lo que falta es eso”.

También destacó la tarea de los Foros de seguridad y replicó que “es necesario que  vayan a escuchar la demanda de la gente y entre todos se puedan proponer mejoras.”

Infancia en medio de la violencia

La situación de los niños es sumamente complicada en la zona, algunos padres de los chicos que asisten al Jardín de Infantes 938, explicaron que sus hijos “no quieren salir, cuando escuchan un ruido fuerte o alboroto empiezan a temblar, buscan dónde esconderse y se ponen a llorar a los gritos, es terrible lo que tienen que pasar, son minutos eternos cuando empiezan las peleas, los tiros, los edificios están llenos de marcas de las balas que rebotan por todos lados”.

El arte en las paredes de Ciudad Evita

Diego Philip trabaja desde hace años dentro del barrio de José Ingenieros con el fin de aportar su granito de arena en la lucha contra la violencia y las drogas, su estrategia es el arte. “Mi función es la de convertir a una pared donde hay tristeza en un lugar con una vista más alegre”, explicó el artista, quien logró salir del consumo de sustancias.

También lamentó que existan tantos niños matanceros “que están creciendo en medio de esta violencia, acostumbrados a ver situaciones que no son comunes. Acá hay un contexto social y cultural muy delicado”.

Luego analizó que el arte tiene que ver con una necesidad y una apropiación que es para todos”. En este contexto expresó que su idea es que con el tiempo el barrio José Ingenieros sea conocido como “el barrio arte en La Matanza. Finalmente, lamentó que “no exista una política por parte del Municipio, para mejorar la vida de los vecinos del barrio, es necesario una planificación un proyecto que valore la vida”.

Algunos casos

2007 Matías Riveros (16) fue asesinado de un balazo en la puerta de ingreso de un cyber, ubicado en el complejo habitacional 17. “Matías estaba jugando, cuando le dispararon y lo mataron”, recordó Nelly Rivero, abuela del joven.

2008 Facundo Escuadra (19) fue asesinado mientras esperaba en su moto en el paso a nivel del tren del ex ferrocarril Belgrano. Los ladrones escaparon sin robar nada.

2011 Cristian Di Santo (30) fue asesinado a tiros, cuando quedó en medio de una pelea entre bandas. “Murió en el momento, era hijo único y la mamá está completamente sola y desolada. Hasta el día de hoy, casi un año después no tiene justicia ni respuesta y el fiscal no la atiende”, lamentó Karen, vecina de la familia del joven asesinado.

2011 Claudia Molina (16) fue asesinada de al menos dos puñaladas por la madre de una compañera, con la que peleaba en el pasillo de un edificio.

2011 Matías Borquez (17) fue asesinado a balazos, la causa apuntaba a que el crimen fue el resultado de una pelea entre bandas.

2012 Sebastián Rotuno (18) fue asesinado a balazos en el pecho luego de que fuera atacado a tiros en los complejos 4, 5 y 6, ubicados en Camino de Cintura y Avenida Crovara. El joven estaba investigado por el crimen de otro adolescente y se presume que su muerte tiene que ver con ese caso. La fiscalía investiga si su muerte está relacionada con el asesinato del joven Matías Borquez, ocurrido en agosto pasado y por el que Rotuno estuvo detenido e imputado.

2012 Kevin un niño de ocho años, que vive en uno de los departamentos de uno de los complejos, casi pierde la vida cuando fue victima de un balazo en su rostro, el proyectil ingreso por la ventana del departamento.

Un comentario sobre «Ciudad Evita, radiografía de La Matanza violenta»

  1. Es obvio que Ciudad Evita esta de espalda a La Matanza, por ahora en todo sentido el municipio mira hacia otro sector del distrito, tal vez por simpatia, tal vez por convocatoria a actos partidarios, tal vez por un trabajo de punteros politicos, los otros 7 distritos tienen mas convocatoria a la hora de las decisiones tanto en lo que respecta a la seguridad, deportes y educacion, tal vez se presume que en Ciudad Evita no hay problemas sociales, se pueden creer que aca son casas con quincho y piletas de natacion en todas las casas, se hicieorn polideportivos en casi todas las regiones de La Matanza, aqui en Ciudad Evita la presencia de la Subsecretaria de Deportes es casi nula, sino vean como trabaja El Fortin que es un galpon alquilado sin ningun tipo de desarrollo serio en deportes de acuerdo a la poblacion que hay en esta parte de La Matanza, creo que quienes representan a La Matanza y que son del mismo partido politico gobertante deberian participar mas en las decisiones para Ciudad Evita

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