Olga Franco vive en la localidad de González Catán. En el mes de febrero su hijo Alberto Marcelo Aranda, de 39 años, murió ahogado en la ciudad de La Cruz, provincia de Corrientes. La mujer aseguró que en esa ciudad su hijo sufrió “abandono de persona” y reclama que traigan su cuerpo.
Por Susana Jara
Olga Franco, madre de la víctima, afirmó que “nadie se acercó, ninguna autoridad, la Prefectura sabía, los médicos del hospital local sabían, la comisaría que tomó la declaración de mi nieto, y mi otro hijo, y de los testigos sabían”. Además, “las autoridades tenían que haber puesto una persona a disposición de mi marido, porque mi marido perdió el hijo, estaba en un pueblo que si bien nació ahí, no vive allí”. Franco denunció que su familia en La Cruz no recibió ni ayuda ni contención, y aseguró que fueron “maltratados” ya que policía del lugar se refirió a ellos como «estos porteños vienen a este pueblo tranquilo solo a hacer lío (lo dijo utilizando otros términos)” y además en el pueblo no había “un psicólogo, ni médico forense, por eso se tuvieron que trasladar a Paso de Los Libres.”
En esta ciudad fue donde comenzó otra tribulación para la familia, porque allí “no tenían una cámara frigorífica”, contó Olga Franco.
“Mi marido y mis hijos (fueron) los que enterraron a su hermano” en el cementerio de la ciudad de La Cruz, porque en este sitio tampoco se hicieron presente autoridades de la zona.
El caso
Alan Adrián Aranda, sobrino de la víctima y nieto de Olga, fue quien estuvo en la ciudad de La Cruz cuando ocurrió el hecho, relató “nos metimos al río un rato para nadar porque hacía mucho calor. Fuimos con nuestros tíos y primos que tenemos allá en el pueblo. Él y yo nos metimos al río, más adentro. Mi papá y mi primo se quedaron en la orilla”.
De esta forma siguió el relato, “mi tío se va del lugar donde estábamos porque estaba cansado de tanto nadar, se sumerge él solo y después desaparece”. Además, el familiar aclaró que “en el río se podía meter y estaba lleno de gente”.
Desde de ese momento empieza la desesperación de los familiares, quienes en primera instancia acudieron a Prefectura, ya que el destacamento se encontraba cercano al río.
El joven recordó que Prefectura de la ciudad de La Cruz apareció en la zona “después de tres horas”, luego de que “mi papá volvió al destacamento para insistir que lo busquen a mi tío”. “Él hizo un lío allá”, aclaró.
Finalmente, efectivos de Prefectura rastrearon el río durante toda la noche. Sin embargo, el cuerpo de la víctima apareció, porque “en realidad una señora vió un short en el río flotando y avisó a Prefectura y ahí lo sacaron del agua”, señaló Alan.
La trágica historia que vivió esta familia catanense no terminó con el hallazgo del cuerpo de Alberto Aranda. Es más, para ellos empezaron las peores horas, de las que aun no se pueden recuperar.
El pedido de una madre
En este momento, Olga y su familia pueden pensar un poco más en frío, y la mamá de Alberto calificó al hecho como “abandono de persona”, porque “ellos estuvieron solos, nadie indicó lo que tenían que hacer”, reiteró.
Por otra parte, Franco solo piensa en trasladar el cuerpo de su hijo a Buenos Aires para darle sepultura en un cementerio de la zona. Así lo manifestó “yo tengo que seguir adelante porque tengo que traer el cuerpo de mi hijo, su familia está acá.”
En cuanto a las autoridades de La Cruz aseguró que “ellos no se hicieron cargo en su momento, se tienen que hacer cargo ahora. Yo, hasta donde sé, cuando fallece una persona que no es el lugar de residencia, las autoridades toman cartas en el asunto y se traslada el cuerpo”. La madre señaló que quiere mandar una carta al Gobernador de la provincia de Buenos Aires y pide ayuda porque “no sabe a quién recurrir”. Solo concurrió al cementerio donde le dijeron que podían traer el cuerpo pero “me sale mucha plata”, expuso. Mientras que, según sus dichos, “a mi hijo y nieto le llegó una citación de la comisaría de González Catan para que tomen una declaración”.