Una nueva encuesta muestra a Obama como claro ganador en las presidenciales de noviembre

Una encuesta dada a conocer este martes mostró una sustancial ventaja a favor del presidente estadounidense, Barack Obama, para los comicios de noviembre próximo, en los que el mandatario busca su reelección.

Difundido por el diario The Washington Post y la cadena de TV ABC, el sondeo arrojó que un 51% de los encuestados está dispuesto a votar al actual presidente, frente a un 44% que apoyaría al ex gobernador de Massachussets y multimillonario precandidato republicano Mitt Romney.

En el caso de que el candidato republicano fuese el ultraderechista Rick Santorum, Obama obtendría una ventaja aún mayor, agregó este sondeo, el primero en varios meses que da una ventaja tan amplia al actual titular de la Casa Blanca.

De acuerdo con el estudio, el 64% de los estadounidenses siente mayor simpatía por Obama que por sus posibles oponentes republicanos.

El mandatario también se impone en temas relacionados con las mujeres, la protección de la clase media y el empleo.

Sin embargo, el talón de Aquiles de Obama es la endeble situación económica de Estados Unidos, uno tema en el que los encuestados muestran mayor confianza en Romney, el favorito entre los republicanos para enfrentarse al presidente en las elecciones del 6 de noviembre.

Romney, que aventaja largamente a Santorum en las primarias del Partido Republicano, trabajó durante años en empresas privadas y quiere convertir la economía en el tema principal de la campaña electoral.

El ex gobernador acusa a Obama de haber fracasado en esa área.

Por su parte, Obama respondió a las críticas de su adversario presentándose como impulsor de la justicia social y acusando a los republicanos de estar preocupados sólo por los más ricos.

La semana pasada, el mandatario estadounidense afirmó que un plan presupuestario recientemente presentado por la oposición republicana es un programa de «darwinismo social» que sufrirán los trabajadores y jubilados, y criticó a Romney por apoyarlo.

Obama describió las elecciones presidenciales de noviembre como una competencia entre dos visiones de Estados Unidos y un momento decisivo para la clase media.

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