De Milano al Campillo


Por Laura Ledesma

Negocios. Así podría describirse a la actividad que el Dr. Bonzi vino a realizar a Argentina. Negocios. Muy prolijos negocios. Bonzi no solo tenía extensiones de tierra en la provincia de Buenos Aires, donde hoy está el pueblo que lleva su nombre, sino que también tenía oficinas en la Capital Federal, y desarrolló una interesante sociedad que incluía tierras en el sur de Córdoba y en San Juan.

En Córdoba, en el sur, a 160 km. de Río Cuarto, en la zona rural conocida como Del Campillo, Aldo Bonzi adquirió esas tierras a las cuales se refería su hermano, en una sociedad de la cual participaron varios personajes de la alta sociedad de la época, con interés en hacer buenos negocios.

Actualmente, esa zona forma parte de una Estancia conocida como La Isabella. Diana María Thomas de Friz, actual dueña de la Estancia, realizó un trabajo acerca de la historia de las tierras en donde se asienta la estancia y sus dueños. De acuerdo a su investigación, los teRrenos de la Estancia pertenecieron a los indios Ranqueles, “hasta que en 1878 la Provincia de Córdoba lo cedió a la Nación, para que ella lo venda y con los ingresos financie la así llamada ‹‹conquista del desierto››, lo que posibilitaría la población de estas tierras por argentinos e inmigrantes y los incorpore con sus futuros frutos a la provincia de Córdoba. Y así fue. Los terrenos pasaron por las manos de Lorenzo Lartigue y Francisco Plá, el Dr. Hugo Bunge, Félix María Olmedo y Julio Astrada, todos políticos provinciales cordobeses de alto rango.

Según el escrito de Diana María Thomas de Friz, en 1904 el Doctor Maximiliano Aberasturi adquiere el campo y es quien habría armado el casco de La Isabella y construido los primeros edificios como el galpón y la torre de agua (hoy carnicería).

Aberasturi tuvo posesión de las tierras hasta 1907, más precisamente el 27 de mayo, fecha en que vende el 80 por ciento del campo a “Aldo Bonzi y Cia” y el 20 por ciento a Don Mauricio Andreossi. Aquí comienza nuestro punto de interés en estos terrenos. La estancia fue bautizada con el nombre de “La Italo-Suiza”, debido a que los socios más importantes eran Bonzi, italiano, y Andreossi, suizo (era casado y tuvo dos hijas).

Deja una respuesta