Una posible salida del intendente Fernando Espinoza provoca una sensación de agitamiento en las últimamente aquietadas aguas del peronismo de La Matanza. La sucesión, los de un lado y del otro, la lucha por entrar, por seguir y tomar un trozo del poder local están entrando en una etapa de definiciones.
El terreno ganado por Fernando Espinoza en el último año lo posicionó como el intendente más apañado del Gobierno Nacional. El jefe comunal de La Matanza aparece en primera fila en cuanto acto es encabezado por Cristina Kirchner, es anfitrión de la convocatoria de otros caciques del Conurbano, y hasta formó parte de la comitiva presidencial que viajó a Venezuela para despedir los restos del expresidente Hugo Chávez.
Ya no hay dudas, aunque les pese a opositores externos e internos, el heredero de Alberto Balestrini es el hombre elegido por el kirchnerismo para ocupar un lugar más alto. Claro que su crecimiento obliga también al pase de mando, y será Verónica Magario la encargada de pilotear el distrito más poderoso de la provincia de Buenos Aires durante al menos dos años.
Es ahí donde se profundiza la grieta en el peronismo de La Matanza, ese peronismo que hoy comienza a dividirse entre izquierda o derecha, joven o viejo, aggiornado o vetusto.
En la primera camada es sencillo colocar a Verónica Magario; el paso de su padre como figura sobresaliente del movimiento Montoneros la pone del lado de la izquierda peronista. Desde otro costado del peronismo se puede ver a perfiles como los de Fernando Asencio (Pro-Peronismo), Adrián Verdini (Peronismo Federal), Ariel Martínez (cerca del massismo), Julio Rubén Ledesma (Pro) y Ricardo Bruzzese (alineado al oficialismo, pero solo a nivel nacional).
Quien también promete intentar seguir emergiendo como el referente más derechizado del peronismo local es Miguel Saredi. El dirigente nunca terminó cerrando filas con el oficialismo a pesar de haberse quedado sin cargos en La Matanza. Con el capital suficiente para montar una campaña y sin prontuario, Saredi quiere seguir dando pelea en el Distrito. Claro que para eso, deberá dar un salto que todavía no dio.
Manejar al aparato justicialista local no será tarea fácil para Verónica Magario. Apenas comenzado el año varios dirigentes se plantaron como rebeldes y amenazaron con renunciar. Al cierre de esta edición el único que cumplía era el jefe de la Región Descentralizada Sur (Ver “Fresco hizo real su amenaza…”).
Además, el Concejo Deliberante también es caldo de cultivo para la interna peronista. Mónica Noguer sería la sucesora de Magario como presidenta del cuerpo, aunque el veterano Ricardo Rolleri quiere renovar su banca y ocupar ese espacio. El catanense Ángel Aisa no venía siendo tenido en cuenta por el nuevo mando, aunque habría que anotarlo en la foto porque es un concejal con licencia y puede asumir cuando quiera.
En el Ejecutivo municipal también hay revoltosos, aunque se estima que es un síntoma normal en un cambio de estas características. La situación podría calmarse con la distribución de mandos, cargos, y cajas.
Dos que dejarían el Distrito
En el marco de la posible partida de Fernando Espinoza hacia otras esferas políticas, ya se habla en el Distrito de los primeros nombres que acompañarían al Intendente hacia su nueva función.
Sorprendió cuando se mencionó en ese sentido a la concejal María Laura Ramírez, la más joven de las ediles, quien no habría mostrado resistencia a seguir el camino del jefe comunal.
Otro que formaría parte de esa lista sería el coordinador de prensa Fernando Aleman. El hombre más resistido por los periodistas de La Matanza, ya se empezó a encargar de la campaña 2013. Su partida se debe también a que Verónica Magario no ve con buenos ojos cierto accionar que el hijo de Mary Sánchez viene teniendo en el Municipio.
Fresco hizo real su amenaza y renunció a la Región Sur
El director de la Región Descentralizada Sur de La Matanza, Manuel Fresco, amenazó varias veces con abandonar su cargo. Ya nadie le creía y se pensaba que esta vez se trataba de un nuevo intento por presionar al Gobierno Municipal. Sin embargo, en diálogo con S!C confirmó su dimisión.
Luego de hablar de “cansancio y agotamiento”, Manuel Fresco fue a la cuestión política del asunto y se refirió a la “falta de colaboración de las delegaciones municipales”. Se refirió así al subdelegado de González Catán Jorge “Chino” Benítez, y al delegado y subdelegado de Virrey del Pino Gustavo Marticorena y Claudio Guerri.
“Me gusta poder darle respuesta a los vecinos y cuando no puedo siento que no cumplo con mi función; me banqué tres años, creo haber cumplido una etapa”, se explayó Manuel Fresco.
“No puedo decirle al señor Intendente como debe manejar el Municipio, el Intendente delega funciones”, apuntó Fresco a la vez que amplió: “Los delegados municipales son los que deberían haber estrechado filas para que, en conjunto, darles respuesta a miles de vecinos, la mayoría de bajos recursos”.
“Por ahí ellos se la están dando (la respuesta) y yo no me entero, por eso doy un paso al costado”, afirmó Manuel Fresco en una frase que dejó dos certezas: alguien lo empujó a tomar la decisión y él ya no se siente parte del oficialismo de La Matanza, por eso habla en tercera persona del plural.
¿Pero usted va a seguir dentro de las filas de Fernando Espinoza?, le preguntó S!C. “Somos dirigentes del movimiento nacional de toda la vida y los cargos son circunstanciales, el nombramiento de un funcionario no electo por la gente es circunstancial, no pasa por los hombres”.
Del posible traspaso de mando entre Fernando Espinoza y Verónica Magario tampoco quiso opinar. “No estoy al tanto del tema -dijo-, son todos comentarios, versiones, hasta ahora no tengo nada firme, hacer futurología no me parece bueno”. Aunque estimó: “Si el Intendente deja su cargo en (La) Matanza para ocupar un cargo más importante me parece bien; desde el nuevo cargo van a poder ayudar más al Municipio”, afirmó Manuel Fresco colocándose por segunda vez fuera del aparato actual.