Los pronósticos más alentadores aseguran que en tres años comenzaría a funcionar el Polo Científico y Tecnológico local. El mismo tendrá como objetivo principal, la formación de recursos, incentivar la investigación clínica, avanzar sobre la creación de una incubadora de empresas de base tecnológica. Desde el Municipio se marcó que con este proyecto se busca «producir elementos de alto valor agregado y de mucha tecnología que contribuya sustituir las importaciones».
Por Ángela Tobar
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El predio de cuatro hectáreas ubicado frente al hospital Alberto Balestrini, en el cruce de Monseñor Bufano y El Hornero (Ruta Nº 21), de la localidad de Ciudad Evita es el escenario en el que el Municipio planifica construir un Polo Científico Tecnológico que «le permita seguir distinguiendo a La Matanza como Distrito modelo».
“La idea es tener un lugar en el que se avance en la formación de recursos, investigación clínica e incubadora de empresas con base tecnológica, estamos ante un modelo de sustitutivo de importaciones”, explicó el titular de la cartera de Ciencia y Tecnología y Política Educativa local, Antonio Colicigno durante la presentación del proyecto.
En esta línea se destacó la importancia de lograr “desarrollar fuertemente la mayor parte de equipamiento médico en nuestro país así como el software en equipos. Hay que pensar en cómo los remplazamos en el mejor sentido de la palabra y eso hay que desarrollarlo y para eso estamos construyendo este espacio”.
Este proyecto está a cargo de la Secretaría de Ciencia y Tecnología y Política Educativa local que fue creada hace dos años con el objetivo de estimular de manera transversal la investigación y la creación de proyectos que apunten a mejorar la calidad de vida de los vecinos, teniendo como protagonista a estudiantes y graduados locales.
Bajo el contexto que el hospital Balestrini, fue creado y pensado no sólo como un lugar de atención al público, sino como un espacio de investigación de estimulación y articulación con otros sectores, nació el proyecto de avanzar con la creación de laboratorios y con una investigación aplicada y trabajar en una alianza con la Universidad Nacional de La Matanza para desarrollar un Polo de Investigación local.
“Esto es un Polo pensado en el marco de un país que siga la línea de proteger y cuidar la producción nacional, un modelo que invierte en la investigación y que busca una mayor soberanía no sólo en lo económico, también en lo tecnológico, este Polo no tendría sentido en la época de los ‘90 y el neoliberalismo”, sentenció Colicigno.
Luego insistió en que este proyecto se encuentra lejos de ser una promesa electoral o un proyecto partidario, marcó que por el contrario busca tener efectos positivos a largo plazo, “los Polos no son cosas que se ponen en funcionamiento de un año a cinco, sino que son a largo plazo, nosotros estamos pensando para adelante. Es un desafío a futuro, es un desafío para los que vienen, nosotros estamos plantando la semillita, creemos que el año que viene podríamos estar empezando con la construcción y los resultados se verán a futuro”.
Según detalló el funcionario “se está trabajando en la mesa de trabajo, de la que participa la UNLaM, la UBA que tiene por sus años un importante perfil vinculado con la investigación aplicada, con el Ministerio de Salud de la Nación y la Provincia, el hospital Garrahan, esta la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) que nos tiene que ir diciendo cuáles son los requerimientos de lo que tenemos que trabajar y desarrollar ahí”.
Una de las primeras recomendaciones de la ANMAT fue que el Polo adquiriera su propia cámara anecoica “y ya estamos en proceso de financiamiento y el costo estimado es de 2 millones de dólares” y aclaró que la importancia en esta inversión es porque en todo el país sólo hay dos cámaras y de ellas depende “la prueba de todos los equipamientos y hoy te dan un turno con 8 y 10 meses de espera y nada puede salir al mercado sin su control”.
“El Municipio intenta buscar una conducción política no partidaria que pueda tener resultados óptimos, los productores, los empresarios tienen que estar presentes en esta iniciativa porque estamos pensando en un Polo con tres patas: una del Estado, otra con la UNLaM y la última depende del sector privado, porque tienen que estar las empresas”, analizó.
En referencia a la importancia de la presencia del sector empresarial en este proyecto, aseguró que “a las empresas le conviene participar del Polo, porque vamos a tener investigadores, laboratorios, servicios, aulas virtuales. Hay un financiamiento de 15 millones de dólares del Banco de América Latina, no para la construcción del edificio, pero sí para lo que tiene que ver con el equipamiento de laboratorio, compra de cámara anecoica y el inicio de algunos proyectos de investigación”.
El resultado a largo plazo del Polo Científico Tecnológico será el lograr que tenga un impacto significativo que achique las brechas generando nuevos puestos de trabajo y apostar a un empleo de mayor calidad, Colicigno apuntó como otro desafío el “lograr que los egresados de la UNLaM pueden iniciar carrera en investigación, es una universidad joven y el trabajo de investigación hay que incentivarlo, desarrollarlo”.
Qué se va a producir en el Polo
La idea de la creación del primer Polo Científico y Tecnológico dedicado al área de Salud es la de cristalizar un componente de investigación clínica y testeo, y lograr que todo lo desarrollado en ese espacio sea lo último en innovación tecnológica, y llevar a cabo trabajos de mucho valor agregado, productos que no están desarrollados en el país y trabajar en eso para tener un desarrollo a futuro.
Además ofrecerá “sustentabilidad con empresas y servicios que se prestarán con una contraprestación económica como la cámara anecoica, una sala virtual, los laboratorios entre otros”.
También se busca dotar a las carreras de ciencias de la salud e ingeniería en un ámbito de formación de excelencia. “Este es un Polo que contará con mucha tecnología, con mucho recurso humano y es un futuro para muchas carreras de nuestra universidad”, resumió Colicigno.
Diseño
Hace menos de un mes fue seleccionado el proyecto de diseño del Polo Científico, el mismo tiene en cuenta entre otros factores los de sustentabilidad, consumo energético y bioclimáticos. Se presentaron en total 10 proyectos, de los cuales uno fue el ganador, dos recibieron un premio y siete una mención.
“El proyecto seleccionado ganó por el diseño flexible en las dimensiones de los servicios, laboratorios, porque la idea es tener espacios de mucho valor agregado, mucha tecnología y muchos recursos humanos que se capaciten en la zona y puedan trabajar en este ámbito”, explicó Colicigno. Y aseguró que el diseño final estará en “dos o tres años y cambiará la entrada del Distrito, pretende ser un proyecto que revalorice todo”.
La tierra
“La tierra es de la administración de tierras del Estado y estamos en la terminación de los trámites para el comodato de cesión a 20 años replicable. La decisión política del Intendente es comenzar ya. Es una obra que puede llevar con licitación y demás 2 años”, detalló.
Desafío
El funcionario marcó como un desafío importante lograr que los empresarios se convenzan que tienen que “invertir y producir en el Polo Científico y Tecnológico de La Matanza”.
“Desde la Municipalidad se está trabajando fuertemente en una articulación con las Escuelas Técnicas locales para que los pibes se incentiven y puedan seguir la universidad y esperamos que desde la universidad se los incentive para que vayan a trabajar al Polo Científico y Tecnológico”.
Y el Municipio está trabajando para abrir a fin de año el primer Centro de Innovación para que los chicos de las Escuelas Técnicas estén contenidos allí, es una incubadora para que puedan desarrollar su proyecto.