Se volvió un macrista fanático durante tres años. Pero la caída de la imagen del Presidente lo llevó a recostarse en la figura de María Eugenia Vidal, en quien puso todas las fichas. Cuando anunciaron que Alejandro Finocchiaro le sacó el lugar y echaron a su gente del Gobierno, dijo ser el más crítico de Cambiemos y hasta habló de “persecución política”. Busca asilo político y por ahora no encuentra puertas abiertas.
Por Claudio Kappeler.-
La “borocotización” constante es la forma de hacer política que tiene el hoy concejal Miguel Saredi. Siempre desde una supuesta base peronista, el dirigente oriundo de Trenque Lauquen se las ingenia para camuflarse en el frente partidario con mayores chances de ganar y/o donde él advierta una posibilidad cierta de crecimiento personal.
Miguel Roberto Saredi fue funcionario de Eduardo Duhalde y también de Mauricio Macri. Pero cuando Néstor Kirchner se ungió como el mayor líder del peronismo del país, pegó el salto y se encoló a Guillermo Moreno creando el movimiento Pampa Sur, desde donde justificaba todos sus movimientos políticos y económicos.
Siempre fue kirchnerista, hasta cuando le prohibieron presentar una lista en La Matanza para competir contra Fernando Espinoza. La llegada de Sergio Massa a la escena política nacional provocó su retirada. Miguel Saredi fue entonces massista e hizo campaña en el Distrito junto al líder sindical Julio Rubén Ledesma.
El ocaso del tigrense fue rápido, así que el dirigente -que por entonces vivía en un suntuoso departamento en el ombligo de Puerto Madero- buscó refugio en el sector que aparecía con mayores chances para derrotar a Cristina Kirchner: así fue como regresó al PRO, esta vez dentro de la alianza Cambiemos.
Sólo hace falta recorrer los medios de comunicación locales y las publicaciones que Miguel Saredi hizo en redes sociales en los últimos tres años para entender cuál es la receta del excandidato a intendente.
Noviembre de 2015: Saredi asegura que Cambiemos garantizaría preservar los avances logrados por los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, colocándose así en una zona de supuesto dirigente conciliador y poco confrontativo.
Enero de 2016: apenas un mes después de la asunción del actual Gobierno, la gobernadora María Eugenia Vidal lo nombra como uno de los dos representantes provinciales de Acumar.
Junio de 2016: Saredi se muestra con funcionarios nacionales en el distrito y valora que La Matanza, según dice, sea ayudada desde el punto de vista presupuestario por parte de Cambiemos.
El 2016 fue un año en el que el dirigente camaleónico no mostró ni un atisbo de críticas hacia los gobiernos de Macri y/o Vidal. Todo transcurría de manera pacífica y las medidas antipopulares que tomaba Cambiemos no provocaban ninguna reacción en Saredi.
Enero de 2017: se muestra junto al ministro de Transporte Guillermo Dietrich visitando las obras del Metrobus en La Matanza y los trabajos que se realizaban en las estaciones de trenes. El dirigente destacaba las obras realizadas desde el Gobierno Nacional criticando a la intendenta Verónica Magario porque, según decía, se “adjudicaba” la creación del nuevo sistema de transporte en su propaganda de Gobierno.
Junio de 2017: se anuncia que Miguel Saredi sería quien encabezaría la lista de candidatos a concejales de Cambiemos.
Septiembre de 2017: Miguel Saredi hablaba de “cambiar las condiciones de vida” en La Matanza y reconocía que ya estaba “pensando mucho en 2019”.
En ese mismo mes estuvo en Ciudad Evita junto a la Gobernadora bonaerense, haciendo campaña de cara a las elecciones legislativas.
Octubre de 2017: Ya como concejal de La Matanza, el también empresario agropecuario, afirmaba que el Distrito se estaba “vistiendo, lentamente, de amarillo”. Esto por la buena performance que había tenido en las elecciones. “Estamos cercanos a los 30 puntos”, se envalentonaba. El edil pedía por ese entonces que se terminasen las “chicanas, peleas y diferencias” en el seno de Cambiemos.
Se terminaba el segundo año de Cambiemos, el Gobierno había profundizado las medidas económicas en contra de la clase trabajadora. Los tarifazos, los despidos, el cierre de comercios y empresas, nada hacía mella en Miguel Saredi, quien continuaba su apoyo hacia Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. A todo esto, varios de los suyos ocupaban lugares en esos gobiernos.
Abril de 2018: El concejal lanza “Nueva Dirigencia”, un espacio que, según decía, estaba destinado a contener la pata peronista dentro de Cambiemos.
“Nueva Dirigencia nace como una construcción para darle participación a vecinos, dirigentes y militantes que hicieron posible el cambio en 2015”, repetía.
Por aquel entonces se notaba que el dirigente se alejaba un poco del macrismo y quería hacer buenas migas sólo con el espacio de la gobernadora: “Vemos una apertura distinta y una relación diferente con los intendentes y dirigentes del peronismo en la Provincia con María Eugenia Vidal y Federico Salvai”.
Abril de 2018: Miguel Saredi votaba a favor de la emergencia tarifaria pedida por la intendenta Verónica Magario. En un canal televisivo, aseguraba estar “preocupado” por cómo afectaban las tarifas a la gente, pero manifestaba su apoyo a María Eugenia Vidal.
Lo que estaba ocurriendo era fácil de leer. El trenquelauquense empezaba a avizorar que la imagen del Presidente se iba en picada y su salvavidas más cercano era la gobernadora bonaerense, a quien mencionaban como futura candidata a presidenta por Cambiemos.
Mayo de 2018: El concejal vota en contra de la rendición de cuentas presentada por el oficialismo de La Matanza, pero manda votar a favor a las ediles Natalia Ybalo y Luisa Monges, de su mismo espacio.
Septiembre de 2018: Abraham “Toto” Delgado -actual socio político de Saredi- concurre a un acto de Juan Manuel Urtubey, y se toma fotos junto al salteño. De ese encuentro también participan las concejales Ybalo y Monges.
En el último trimestre del año pasado ya se hablaba de la reelección de Macri y por ende lo mismo se hacía con la gobernadora Vidal. En ese espacio Saredi sabía que no tendría lugar y, aunque dejaba un pie adentro, empezaba a buscar agua en una pileta que le permitirá el salto.
Octubre de 2018: Por primera vez el edil critica a Cambiemos al hablar del intento de un pago retroactivo en 24 cuotas con intereses en las boletas de gas. Ese mismo mes se quejó del presupuesto nacional y habló de cómo se verían perjudicadas tanto María Eugenia Vidal como Verónica Magario. Oficialmente, Saredi dejaba de ser macrista.
Como se observa, recién a fines del año último el concejal de Cambiemos tiró una crítica hacia el Gobierno por dos temas que ya tenían larga data: el tarifazo y el achicamiento de presupuesto para La Matanza. Fueron tres años en los que Miguel Saredi plagó las redes sociales con publicidad oficial de los actos de Gobierno de Nación y Provincia. Todo su equipo de trabajo -que se reduce a unas cinco personas- acompañó esa propaganda.
Febrero de 2019: el ministro de Educación de la Nación Alejandro Finocchiaro reunió a los concejales de Cambiemos -sin invitar a Nueva Dirigencia- y les anunció que sería el candidato a intendente de Cambiemos en 2019.
Al día siguiente, el trenquelauquense dijo que era “una falta de respeto hablar de candidaturas cuando hay necesidades básicas insatisfechas, tan notorias en nuestra tierra, y estamos pasando un momento económico tan especial”, según publicó el periódico El1.
Los días fueron pasando y en Cambiemos decidieron expulsar a todos los referentes de Miguel Saredi que ocuparan un lugar en el Gobierno, entre ellos su mujer Ana Sabrina Vulcano, quien trabajaba en la Jefatura de Gabinete como coordinadora del Estado en tu Barrio en Provincia de Buenos Aires. También Rodrigo Alexis Lasalle, de la Anses San Justo, era apartado.
La medida era obvia si se tiene en cuenta que Saredi hablaba en los medios y redes sociales a favor de María Eugenia Vidal, pero criticaba a Mauricio Macri y, por lo bajo, sondeaba otros espacios donde hacer pie.
Sin paraguas de ningún dirigente de Cambiemos, el concejal salió a hablar de “persecución política”, poniéndose en papel de víctima y hasta mandó a su mujer a denunciar a funcionarios del Gobierno nacional por supuesta discriminación y violencia institucional.
Varias son las conclusiones que se pueden hacer al respecto. Saredi se quedó sin apoyo en el Gobierno, dejó los pies adentro mientras le mantuvieron los cargos políticos, criticó a Mauricio Macri recién tres años después de apoyarlo, pero tuvo que despegar sin panorama claro de futuro y eso lo puso en una posición de desesperación. Hoy el empresario sabe que políticamente no vale nada, su pase en barato, y eso lo muestra vulnerable. Sergio Massa no lo atendió, a Felipe Solá no pudo llegar, en el oficialismo local lo esperan con un vaso de agua, y Cambiemos ahora no sólo lo ve como un potencial traidor, sino también como un “buchón”.