Así lo manifestó Belén, la hermana del joven de Villa Dorrego que murió tras un confuso episodio en la ciudad de Miramar, en la cual estaba de vacaciones. Luego de un choque ocasional en la calle, una pareja lo acusó de un intento de robo. Mientras era retenido por la policía, un sujeto ajeno al hecho le pegó una trompada que lo tiró al suelo y le provocó graves heridas internas en la cabeza. Su familia pide Justicia
La familia no se iría de vacaciones porque estaban llevando algunas refacciones en la casa. Ezequiel estaba triste por eso. Entonces cuando surgió la posibilidad de que vaya unos días a la ciudad de Miramar con sus amigos, su mamá lo dejó ir y juntaron dinero entre todos los miembros de la familia para que pueda hacer el viaje. “Pipi”, como le decían sus seres queridos, tenía 17 años y no regresó con vida a su casa de Villa Dorrego, González Catán. El viernes 15 de febrero, el joven caminaba, junto a su primo y dos amigos, por la peatonal de la ciudad balnearia. Tras un choque casual en la vía pública, un matrimonio los acusó de haber intentado robarles.Los chicos siguieron caminando e ingresaron a un cajero automático para retirar dinero. Cuando salieron, había un tumulto de gente y policías. “Qué habrá pasado”, pensaron.
Los estaban esperando a ellos. Y es que por las falsas acusaciones, la Policía los retuvo y en esas circunstancias, una persona ajena a los hechos le propinó una brutal trompada a Ezequiel. En la caída, el joven golpeó la cabeza contra el asfalto, provocándole una fractura de cráneo y un coágulo cerebral. El joven murió un día después. “No le encuentro lógica a lo que pasó. Por la persona que era, no entiendo por qué este castigo”, dijo Belén Lamas, hermana de Pipi. Apenas ocurrida la muerte del adolescente, la familia no sólo tuvo que lidiar con el dolor por haber perdido al joven, sino que debió salir a desmentir las versiones que circulaban en los medios de comunicación. “La realidad es que la gente está muy violenta, muy a la defensiva. Juzgan sin saber, se acusa sin saber. Un roce desencadenó un ataque de furia, en decir que él los quería robar”, dijo la joven.
Las versiones que comenzaron a circular, indicaban que, como consecuencia del ‘choque’ en la peatonal, Ezequiel había tirado al suelo a una nena de 5 años y que el adolescente los había amenazado con un cuchillo. “Todo era mentira. La nena tenía 8 años y no iba en brazos. No hubo intento de robo, no lo apuntaron con un cuchillo. Todo fue un invento para armar quilombo”, sentenció Lamas. Además, la joven agregó que “la gente pre juzga por el aspecto” y que su hermano fue atacado por ser morocho, alto y llevar gorrita. “En el medio aparece este pibe a querer hacerse el héroe y le salió mal”, manifestó la joven sobre el responsable de haber golpeado a Ezequiel. Tras el ataque, el agresor que también tiene 17 años, se fue del lugar con el permiso de los efectivos policiales. Luego de la muerte de Ezequiel, comenzó su búsqueda. Fue identificado y detenido en el barrio porteño de Caballito y alojado en Centro de Recepción Cerrado de Batán, pero fue liberado a los pocos días. Está acusado de homicidio preterintencional.“El pibe que le pegó es jugador profesional del club Ferro, hace boxeo, kick boxing y Muay thai (artes marciales). Lo averiguamos en redes sociales y por gente que lo mandó al frente. Sabía lo que estaba haciendo (cuando golpeó a Ezequiel)”, remarcó Belén.
A la familia de Pipi, el Estado provincial le asignó un abogado de oficio, pero según Belén Lamas, el letrado no se desempeñó de manera correcta y el agresor fue liberado. También sospecha que hubo dinero de por medio. “Estábamos con lo del entierro y no podíamos trasladarnos (a Miramar). No estábamos en momentos para hacernos cargo”, explicó la joven. Para seguir el avance de la causa, la familia debe trasladarse a la ciudad en que ocurrieron los hechos. También debe contratar un nuevo abogado para acceder a los datos de la causa, con todos los gastos que esto implica. Con respecto al matrimonio que acusó falsamente a Pipi, Belén contó que no saben sus nombres ni de dónde son. “Supongo que les habrán tomado los datos y deben estar en algún lado. Yo pido que se presenten y tengan un castigo. Entiendo que seguramente no querían que termine así, pero pasó”, señaló la joven. Además, la joven sentenció “fueron injustos, acusaron y denigraron a mi hermano”. Por este motivo, Belén sostuvo: “no creo que deban estar tranquilos con lo que pasó y pienso que no falta mucho para que se descubra quienes son. Deberían tener una pena por mentir”.
Quién era Pipi
“Le decíamos Pipi desde muy chico, aunque no recuerdo por qué. Creo que así le puso mi hermana, porque hacía pis en la calle”, contó Belén, que describió a su hermano como “un pibe tranquilo y muy compañero”.Ezequiel debía cursar durante 2019, su último año de la escuela secundaria. El 10 de mayo hubiera cumplido 18 años. La solidaridad era otra de sus cualidades. “Si sabía de alguien que no tenía zapatillas o ropa, no tenía problemas en darles las suyas”, aseguró su hermana. Además, solía acercarse “con los que nadie se quería juntar”, con los “no populares”. Según contó Belén, el adolescente decía: “yo los llevo conmigo porque no tienen amigos”. Su pasión era el skate y compartía momentos con muchas personas diferentes, grandes y chicos. Y se hacía tiempo para todos. Los padres de sus amigos lo querían como a un hijo más. Era bienvenido en todos lados. Pipi trabajaba a veces con su papá, que repara ascensores o en un taller de marroquinería, también ayudaba a su mamá. “Teníamos un emprendimiento para hacer juntos, planeábamos hacer comida para vender en la facultad en la que yo estudio, porque en las cercanías no hay ningún kiosco. Queríamos comprar un auto para sus 18, para llevar la comida y venderla”.