La ONG realiza distintas actividades de contención para las familias del barrio Atalaya de Isidro Casanova. “La solidaridad no es algo que se estudia, es algo que nace de uno, que se va aprendiendo y perfeccionando”, manifestó Rubén Dos Santos, titular y fundador de la entidad.
Hace 13 años, se creaba en Isidro Casanova Las Manos Solidarias de La Matanza, una organización sin fines de lucro que se proponía ayudar a los niños y niñas de los sectores más vulnerables del barrio Atalaya de Isidro Casanova.
Con un formato de comedor- merendero, el proyecto se originó cuando uno de sus fundadores, Rubén Dos Santos, se encontraba internado en grave estado tras haber contraído Gripe A en el año 2009.
Con pocas posibilidades de sobrevivir junto a su esposa, Sandra Bustos, se prometieron que una vez que lograra salir del delicado cuadro de salud, realizarían “algo” por la sociedad. “La solidaridad no es algo que se estudia, es algo que nace de uno, que se va aprendiendo y perfeccionando”, dijo Rubén entrevistado en el ciclo radial No Te Duermas.
Si bien la iniciativa recibió solamente a niños en sus orígenes, a raíz de la crisis social y económica de los últimos años, la acción solidaria se extendió a los adultos de las familias. “Cuando ves la realidad frente tuyo, se hace ese click, tenes que ser muy frío para no sentirlo”, dijo Dos Santos.
Las Manos Solidarias de La Matanza, es un espacio en el cual las familias no solo encuentran asistencia alimentaria, sino que además se realizan diferentes actividades culturales y recreativas. Todas las tareas se llevan a cabo con las donaciones de la comunidad y diferentes sectores sociales.