Trabajadores de la sala del barrio Villa Dorrego detallaron las dificultades diarias que atraviesan para llevar adelante las actividades. Si bien el plantel médico está completo, la carencia de empleados administrativos pone en riesgo el funcionamiento de la institución.
Los trabajadores municipales del Centro de salud Ignacio Ezcurra, ubicado en la calle Monseñor López May 6560 del barrio Dorrego de González Catán hicieron públicas las condiciones laborales que atraviesan y que podrían poner en riesgo la atención de los pacientes.
Según detallaron, la sala cuenta solamente con 2 mucamas, una de ellas con licencia por una enfermedad prolongada, “para limpiar un edificio enorme y que está abierto las 24 hs”. También explicaron que “se exige un trabajo administrativo cada vez más complicado y no se tiene el personal que lo realice”.
La falta de personal también se evidencia en el sector de admisión, que es atendido por una empleada de servicio que dejará su puesto a fines de mes y un empleado de mantenimiento.
El centro de salud también presenta problemas edilicios. “No hay gas hace años y sólo se realizaron pequeñas obras en la farmacia y la cocina. Seguimos con los mismos consultorios originales de la sala, teniendo el espacio físico en el patio exterior para la construcción de nuevos consultorios”, señalaron los trabajadores.
Cabe destacar que en la institución cuenta con servicios de numerosas especialidades, como guardia médica, pediatría, ginecología, odontología, servicio social, atención psicológica y psiquiátrica, laboratorio y vacunatorio, entre otros.
“Estamos ante el achique y vaciamiento de la Sala de Dorrego y los trabajadores queremos que la comunidad dorreguense sepa de esta situación. Se cuenta con el plantel médico completo pero si se sigue con esta situación,no habrá personal no médico para atenderlos”, advirtieron a través de un comunicado los empleados.